La temible secta de los Asesinos

miércoles, 29 de agosto de 2007

“El Viejo de la Montaña”La secta estaba formada en torno al misterioso personaje HassánIbn Sabbah, conocido como “El Viejo de la Montaña”, quién desde su fortaleza de Alamut (una inexpugnable fortificación en Mazenderan, al sur del mar Caspio) atemorizaba y controlaba a los emires y sultanes del Oriente islámico.Iniciación con hashishUno de los aspectos más sorprendentes de esta secta, son los métodos de captación que utilizaba el Viejo de la Montaña: el hashish formaba parte del ritual secreto de la orden. Los adeptos se comían la resma de cannabis y se sentían trasladados a un paraíso terrenal.Como Hassán no disponía de ejército regular, enviaba pequeños comandos de seis hombres (los Jidawis), en misión suicida. Su gran eficacia les hizo ser un grupo verdaderamente temible. Su importancia declinó a lo largo de los siglos XIII y XIV con la invasión de los mongoles que saquearon todos los castillos de la secta, y acabaron con su reinado de terror.Estos palacios donde se ascondían estaban rodeados por muros para que nadie pudiera entrar en ellos, y allí crecían hijos de campesinos, que estudiaban lenguas, matemáticas, y, por supuesto, el Corán, lo que los convirtió en centros culturales de primer orden.

La comida de los señores en un castillo medieval

martes, 28 de agosto de 2007

La comidas de los señores feudales eran habitualmente banquetes pantagruélicos. La carne de cacería (al contrario de lo que se piensa) no era habitual en los menús diarios. Era la carne de corral, el pescado, las aves y la verdura los ingredientes que formaban parte de los menús habituales. La cocina solía estar situada en el patio, separada del resto de las dependecias para evitar los incendios. Normalmente disponía de un gran fuego de cocina con diversos anexos como el horno para el pan, la frutería, la bodega y un gran almacén donde se guardaban las reservas de comida.Aunque era grande la cantidad de comida servida no quiere decir esto que todos los comensales comieran de todo. Era como un gran “self service”. Cada invitado elegía los platos que le interesaban. Normalmente las recetas contenían pocas grasas ya que el aceite de oliva y de nueces se utilizaba poco. A diferencia de la actualidad las salsas no se emulsionaban con harina, sino que eran bastante ácidas a base de vinagre y zumo de limón. La sal se utilizaba como conservante, normalmente los cerdos de la matanza de otoño se conservaban en el saladero. Las especies (la pimienta, el gengibre, la canela y la nuez moscada sobre todo) se utilizaban para dar sabor exótico a los alimentos y para disimular el gusto de la carne pasada.El papel de las viñas era muy importante en toda Europa y la vendimia era una celebración importantísima dentro del calendario agrícola. No obstante, el vino que se utilizaba durante todo el año tenía poca graduación. Al final de las comidas se utilizaba un vino perfumado con miel y especies.El pan blanco de trigó sólo era utilizado en la mesa del señor feudal. El resto los mortales consumían habitualmente pan de centeno. Los panaderos cocían panes grandes que frecuentemente se utilizaban como plato donde reposar los alimentos que se comen. La leche y sus deribados no eran de gran consumo por su dificultad de conservación. Por este motivo los productos lácteos más utilizados eran la matequilla y algunos quesos que se utilizaban en las “gachas” que tomaban los niños y en los postres, como por ejemplo, los flanes. Sin embargo, los ingredientes habituales de los postres eran las frutas del tiempo, especialmente la manzana que se conservaba todo el invierno. Se hacían compotas de higos y ciruelas. Las confituras de almendras y avellanas maceradas en miel (los castillos medievales acostumbraban a tener sus propias panales) eran también postres esquisitos.Cuando el señor feudal oranizaba un gran festín normalmente invitaba a representantes de la nobleza que ocupaban lugares en la mesa según su importancia. La comida se cogía de los grandes platos con el tenedor de dos dientes o con la punta del cuchillo. Estos con frecuencia eran dagas y puñales, Las piezas de carne, a menudo animales asados y servidos enteros, los cortaba el dueño de la casa, el anfitrión, con la espada. No se había inventado todavía la servilleta, el mantel, siempre con caída muy larga del lado de los comensales, servía para limpiarse.Los purés y sopas se comían con la cuchara. Era habitual y bien visto comer con tres dedos de cada mano por lo que antes de comer los comensales se solían lavar las manos. Los recipientes raramente eran de vidrio puesto que eran un material caro y lujoso en las mesas medievales. Normalmente los invitados beben en vasos y copas de metal o maderas nobles.Según nos cuenta el célebre cocinero medieval francés Taillevent , en las cocinas de la Edad Media las chimeneas eran amplias y altas. Un hombre, generalmente, podía estar de pie sin agacharse, y diez o doce personas podían colocarse alrededor del hogar. El uso de varios fogones divididos en varios compartimentos no era frecuente como en la actualidad. Los alimentos se cocinaban sobre el fuego de la chimenea y se puede comprender fácilmente que esos hogares ardientes no permitieran guisar ciertos platos que había que remover durante la cocción, o que se preparaban en pequeños calderos. Eso se concinaba con infiernillos llenos de brasas. Los arquitectos del siglo XIII comenzaron a instalar en las cocinas hornillos y también mesas para decorar los platos antes de servirlos.

Nacidos con dientes

lunes, 27 de agosto de 2007

La erupción normal de los incisivos primarios inferiores comienza usualmente en el sexto mes de edad. Periodicamente aparecen en la literatura médica casos de niños que nacen ya con dientes, usualmente los incisivos centrales inferiores. Se llaman dientes natales los que están ya presentes en el momento del nacimiento, y dientes neonatales si aparecen en los 30 primeros días de vida. Los dientes natales y neonatales han sido observados y registrados desde épocas muy antiguas. Aparecen ya en inscripciones cuneiformes encontradas en Nínive. Las supersticiones y el folklore concernientes a estos dientes han variado, desde creer que estos niños estaban favorecidos excepcionalmente por Dios a creer que eran unos magos, y en algunos países del este de Europa se tomaban como una premonición diabólica. Se dice que Luis XIV, Ricardo III, Napoleón, el Cardenal Mazarino, Mirabeau, Zoroastro, Aníbal y el Cardenal Richelieu nacieron con dientes.


Jujuju...¡una devora hombres!

domingo, 26 de agosto de 2007


La historia nos cuenta que, en su juventud, Teodora (la futura emperatriz, esposa de Justiniano) era famosa en toda Constantinopla, no sólo por su belleza y sus artes amatorias, sino por tener también una intensa actividad sexual. Cuenta la leyenda (?) que, durante una fiesta, hizo el amor con los diez invitados, y quedando aún insatisfecha, continuó con los treinta criados que les servían.

Vaya con el Rey Sol...

sábado, 25 de agosto de 2007

Recogemos una serie de anécdotas históricas referidas al Rey Sol (Luis XIV) de Francia. Un discurso inoportuno, un heredero que apuntaba maneras, la intercesión de Luis XIV, la suerte del cardenal Mazarino, finalmente, buen rey, pero mal poeta.

Un discurso inoportuno


En una ocasión en que Luis XIV llegó a un pueblo de la Provenza, acudieron a cumplimentarle las autoridades locales. Era mediodía y el rey tenía hambre. Por eso, cuando el alcalde inició su discurso diciendo: - En la más remota Antigüedad, Alejandro Magno... El rey le interrumpió diciendo: - Alcade, Alejandro Magno había comido y yo no. Y, dando media vuelta, le dejó con la palabra en la boca.


La intercesión de Luis XIV


Según Voltaire cuando en 1706, Luis XIV tuvo noticias de la derrota de sus ejércitos en Ramillies frente a las tropas del duque de Malborough, comentó: - Parece ser que Dios no recuerda lo mucho que yo he hecho por Él. No era la modestia una de las virtudes del rey francés, obviamente.


La suerte del cardenal Mazarino


Cuando notificaron a Luis XIV la muerte del cardenal Mazarino, sucesor de Richelieu en el gobierno de Francia, le dijeron: - Majestad, el cardenal ha entregado su alma a Dios. Y el rey, que no sentía demasiada simpatía por el cardenal, respondió: - ¿Estáis seguro de que Dios la ha aceptado?


El heredero apuntaba maneras


Cuando Luis XIII estaba agonizando, llamó a su heredero, el futuro Rey Sol. Luis XIV, a su lecho de muerte. El niño sólo tenía tres años y el padre, para quitar dramatismo al momento, quiso jugar con él y le preguntó: - A ver, pequeño, vamos a ver si sabes cómo te llamas. Y el niño respondió: - Luis XIV, señor. No cuenta la historia cuál fue la reaccióndel moribundo al escuchar la respuesta de su hijo y heredero, pero lo cierto es que falleció muy poco después y el niño se convirtió en rey.


Buen rey, pero mal poeta


En una ocasión Luis XIV mostróa a Nicolás Boileau unos versos que acababa de escribir. El ensayista se vio incapaz de mentir, pero buscó la manera de dar una opinión sincera al rey, sin ofenderle, y le espetó: - Nada hay imposible para vuestra majestad. Habeis querido hacer unos malos versos y ¡qué facilmente lo habéis conseguido!

¿Existieron los vampiros?

viernes, 24 de agosto de 2007

Existen muchos antecedentes de vampiros en otras culturas (antiguo Oriente, Egipto, Grecia, Roma, la India y muchas más) es casi una leyenda universal, pero la mayor parte de los relatos que llegaron hasta nosotros y nos resultan familiares se desarrollaron en la Europa oriental, en los Carpatos y los Balcanes (tan terriblemente celebres).
En la Edad Media la figura del vampiro ya estaba bien definida. Se lo consideraba o bien un espíritu de una persona fallecida o un cadáver reanimado, que regresaba para absorber la vida de los vivos privándoles de la sangre, a fin de asegurar su propia supervivencia. La Iglesia, consideraba vampiros "latentes" a los que practicaban hechicería o cualquier clase de maleficio; a los suicidas y excomulgados (expulsados del cristianismo); a los malditos, y en general a los que quebrantaban la gran variedad de tabúes del cristianismo. Se adoptaba determinadas precauciones contra estos posibles vampiros: debían ser enterrados en los cruces de caminos, para que en el caso de que tuviesen la inoportuna idea de abandonar sus fosas, se desorientasen al no saber dónde ir; a los suicidas se los enterraba en tierra no consagrada en el norte de las iglesias, por considerarlo el punto más oscuro, o también en los cruces de caminos. Además, se les atravesaba el corazón con una larga estaca de madera que les dejaba bien sujetos al suelo. Esta practica se mantuvo en Inglaterra hasta 1823, en adelante esos entierros se prohibieron por ley. Las causas que promovieron estas leyendas eran muertes aparentes, enterramientos prematuros, epidemias, profanaciones de tumbas, ejecuciones incompletas, desapariciones, robo de cadáveres para estudio de anatomía, tratamientos médicos equivocados, etc.
La creencia en los vampiros cobro un verdadero auge en el siglo XVIII en toda Europa. Se los llamo de diferentes formas en cada zona de Europa. Se los llamó upiers, oupieres, brucolaques, vroucolacas, strigoiul, vlokoslak, nosferatu, pero el que pegó mas fue el de vampiros, proveniente del serbio vampir, que significa espectro o cadáver. Los diarios publicaban cada tanto noticias sobre la aparición de vampiros, ya sea en Francia, Holanda, y a veces en Polonia o Rusia. Se decía que aparecía después del mediodía hasta la medianoche; que chupaban la sangre de los vivos. A veces se encontraba ataúdes llenos de sangre, y al cadáver le salía sangre de la nariz. Se decía que se comían la ropa también. Generalmente cuando se exhumaba el cadáver de un presunto vampiro y se detectaba que perdía sangre, estaba rosado, flexible y bien conservado, se estaba ante un vampiro. Cuando esto ocurría se levantaban informes judiciales y los quemaban.
La sangre, es el factor dominante en los orígenes del vampiro mítico. Es natural que se produzca la muerte como consecuencia de la falta de sangre, no era ilógico pensar que alguien pudiera volver a la vida o prolongarla bebiéndola. En aquellos tiempos no se conocía el pequeño detalle de los grupos sanguíneos incompatibles, ni la nimiedad del factor Rh.


Pero, ¿puede haber algo de verdad detrás de todos estos mitos, literatura y películas?
Existe una base genética para explicar lo que la superstición interpretó como vampirismo. Es una enfermedad llamada porfirias, y las personas afectadas tienen dificultades para sintetizar las porfirias, sustancias que, al combinarse con determinados metales, juega un papel fundamental en el metabolismo de plantas y animales. Los que padecen esta enfermedad, no pueden exponerse al sol sin sufrir lesiones en la piel, que podrían parecer quemaduras, pero es destrucción celular. La piel se pone colorada y desarrolla ampollas. Quedan horribles cicatrices. Pueden perder los dedos, nariz u orejas. Los ojos se ponen rojos, también se desarrollan pelos anormalmente, lo que se llama hirsutismo o hipertricosis. O sea, que la enfermedad porfiria eritropoyética daría al enfermo gran parte de las características que la leyenda le atribuye al vampiro (pálido por la anemia, con ojos rojos y pelos en las palmas de las manos, etc.). Todos estos datos los investigó el doctor David Dolphin, de la University of British Columbia (Canadá). Los presentó en un informe ante un congreso realizado en 1985 en Los Angeles, EE.UU., donde analizó con detalle muchos puntos de contacto que se observan entre las leyendas de vampiros y la bioquímica de la porfiria.
Como dice Nestor Cazzaniga, "si en la actualidad la vida de los porfiricos es sumamente penosa, imaginemos lo que habrá sido en la Edad media la existencia de alguien que tuviera pelos en las palmas de las manos o en la cara, saliera únicamente después de la caída del sol, con un comportamiento poco usual por las alteraciones neurológicas que provoca la porfiria y presentara deformaciones por severas lesiones de la piel. La perdida del labio superior deja a la vista los dientes, que parecen más grandes". Encima los médicos de la época les recetaban tomar sangre.

Eres un "cornudo"?

jueves, 23 de agosto de 2007

Los nórdicos nos trajeron la palabra "cornudo".



En la mayoría de los países nórdicos, los que gobernaban las comarcas por tener la condición de ser gobernador, podían elegir a la mujer con la que deseaba intimar de su región. Cuando se producía dicha relación, el gobernador colgaba encima de la puerta de su casa unos cuernos para que todo el pueblo supiese del privilegio que tenia su família y, dicho padre de família, lucía orgulloso de sus cuernos a toda la gente. De esta costumbre nórdica salió la famosa frase: "poner los cuernos".

¡Irse de picos pardos!

miércoles, 22 de agosto de 2007


Cuenta José M. Iribarren, en "El porqué de los dichos": El Diccionario de la Academia, en su 3ª. Edición 1791, decía que "Andarse, o irse, a picos pardos" es ‘frase con que se da a entender que alguno, pudiendo aplicarse a cosas útiles y provechosas, se entrega a las inútiles e insustanciales, por no trabajar y por andarse a la briba". En su origen, la frase "irse a picos pardos" o "de picos pardos" significó irse con una mujer de la vida o "moza de partido", y se dijo porque la ley obligaba a las tales a usar "jubón de picos pardos", para distinguirlas de las mujeres decentes. Montoto, en "Un paquete de cartas", escribe: "Los picos, o los mantos con picos pardos fueron, según leí no recuerdo en cuál autor, distintivo de las mujeres de vida airada, mozas de partido, etc. En tiempos pasados, las tales tenían que vestir como se les ordenaba. Según las Ordenanzas de la Casa Pública de Sevilla, no habían de usar vestidos talares, ni sombrillas, ni guantes, sino una mantilla para los hombros, corta y encarnada".

(Información obtenida de EDUCAHISTORIA)

Las gafas, un invento medieval

martes, 21 de agosto de 2007

Alessandro della Spina era un fraile de la ciudad de Pisa al quien se le atribuye la invención de las gafas a finales del siglo XIII. Estos "roidi da ogli" (discos para los ojos), tan habituales en nuestros días, multiplicaron la vida laboral de los artesanos que elaboraban trabajos de precisión. El éxito de las gafas fue tan rotundo que durante muchas décadas el gremio de vidrieros de Venecia se enriqueció a base de controlar su fabricación. (Revista SÀPIENS, mayo 2003)


No me vengais con historias...

lunes, 20 de agosto de 2007


Bienvenidos al blog que pretende demostrar que la historia vale mucho más de lo que el mundo quiere aparentar ^-^.


Eso es, ¿Pq no mostrar la cara divertida de la historia? Cartas privadas, juicios, testamentos curiosos, ropas de época, lios amorosos de corte...¡Sí, es el morbo histórico XD! El Salsa Rosa de los romanos, el Diario de Patricia de los caballeros y las princesas, y pq no, El Dolce Vita de los dictadores :D


Echadle un ojo, que no lo perdereis y pasareis un buen rato con las historias que subiré ^^.


Pues, espero veros pronto!!