Revolución sexual en los 60

miércoles, 8 de octubre de 2008


La civilización juvenil del "rock"
sin duda fue universal. Pronto el término pudo perder el significado original, pero originariamente estaba relacionado con el acto sexual. Esto es importante porque, sin duda, un rasgo de la revolución de los años sesenta fue el estallido de la permisividad en las relaciones sexuales. En los primeros sesenta las encuestas acerca del comportamiento sexual de los jóvenes parecen demostrar que ni siquiera el 20% de los varones mantenía relaciones sexuales, pero ya a mediados de los sesenta las revistas femeninas, sobre todo las dedicadas de forma preferente al público juvenil, empezaron a hablar de sexo con absoluta naturalidad. Fue, sin duda, una novedad procedente de Estados Unidos y que siguió las pautas de lo que allí había sucedido. El fenómeno aparece en muchas manifestaciones de mayor o menor importancia. Una de ellas fue la desaparición de la censura. Novelas clásicas como El amante de Lady Chatterley, de Lawrence o Lolita, de Nabokov eran susceptibles en 1959 de prohibición y sólo perdieron esta condición en los años inmediatamente siguientes; los textos de Henry Miller no llegaron a ser aprobados sino en los sesenta. En 1959 comportamientos sexuales explícitos aparecían en la comedia norteamericana (Pillow Talk, de Hudson y Day) pero también, aunque en este caso con un tono de condena, en La dolce vita, de Fellini. Los procedimientos de contracepción se difundieron en todo el mundo más desarrollado de forma vertiginosa durante esa década, siguiendo el modelo norteamericano. En el fondo, todo este cambio de la percepción en lo que atañe a la vida sexual se entiende en un contexto más amplio de transformaciones en las relaciones de raza y sexo -también de familia-, que incluso llevó a hacer presente una primera aparición del multiculturalismo, un fenómeno que con el paso del tiempo jugaría un papel cada dia creciente. La permisividad en materia sexual tuvo una derivación en la pujanza de la pornografía a veces rodeada de una pretendida elegancia o sofisticación. En 1970 se estrenó Emmanuelle que puede ser ejemplo de esta fórmula. En gran parte la difusión de la pornografía, en contradicción con la reivincdicación de la mujer, se debió al mero hecho de la permisividad. En Francia en 1969 hubo todavía 17 películas prohibidas y 69 cortadas mientras que en 1977 eran 5 y 4 respectivamente. (Exraído de ArteHistoria)

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